miércoles, 20 de junio de 2007

Real betis balompie en 1907


En los últimos meses de 1907, unos estudiantes que se preparaban para futuros militares y médicos en la Escuela Politécnica de Sevilla, fundaron un equipo de fútbol al que impusieron el nombre de España Balompié. Al poco, considerando que en su nombre debía figurar el de la ciudad, acordaron cambiarlo por el de Sevilla Balompié. Este equipo fue el primero en el fútbol español que llevó un nombre netamente hispano, ya que sus fundadores tradujeron el reiterativo Foot-Ball inglés por el castellanizado foot (pie) y ball (balón) intercambiando el orden de ambos vocablos para la mejor eufonía de la palabra resultante. Figuraban entre los fundadores, personajes que después serían muy conocidos tales como, por ejemplo, los hermanos Del Castillo Ochoa (Alfonso y Juan), Wesolowsky (Jacinto, Edmundo, Guillermo y Pepe), Hermosa (Luís, Pepe, Andrés y Pedro) y Gutiérrez Fernández (José, Manuel y Antonio). A estos se unieron otros como Manolo Ramos Asensio, José Fernández Zúñiga, Juan Cascales, Diego López, Roberto Vicente "El Tigre" (que una década más tarde sería presidente bético), Manuel Moreno y Vicente Peris Mencheta, fundador de "EL NOTICIERO SEVILLANO". Este último, antepasado del destacado periodista sevillano Luis Carlos Peris, nieto e hijo de periodistas, al que bien puede aplicársele la frase de que "de casta le viene al galgo". Todos éstos jóvenes y algunos más, amantes del nuevo juego del foot-ball que importaron los ingleses que trabajaban en las minas de Riotinto cuyos barcos atracaban en el Guadalquivir, estudiaban en la Escuela Politécnica de Sevilla donde la mayoría se preparaban para la carrera militar o la Medicina. De estos primeros tiempos, salvo una fotografía que conserva el hijo de Manuel Ramos Asensio (uno de los fundadores del club) sólo quedaron testimonios orales de los protagonistas de los cuales no subsiste ninguno. En el domicilio de Alfonso y Juan del Castillo Ochoa, sito en 1907 en la calle Alfonso XII, número 29, se diligenció durante los primeros años todo lo relacionado con la nueva Sociedad futbolística, de la que Alfonso fue su primer presidente y Juan el segundo. Éste último recordó en una entrevista concedida al semanario "¡OIGA!" que la cuota acordada fue de un real a la semana para los gastos, y el que no pagaba no jugaba. En su casa, tras la fundación del club, se componían las botas, se guardaban los palos y todo lo concerniente al "foot-ball", En lo referente al escudo, Juan del Castillo señaló que el del España Balompié era circular, con el nombre en su interior y los colores rojigualda de fondo. Dichos colores, al pasar el equipo a denominarse Sevilla Balompié, dieron paso al azul, color de la camiseta mientras que las calzonas eran de color blanco. Un personaje tan importante en la historia del Real Betis Balompié como el egregio periodista Gil Gómez Bajuelo "Discóbolo", que también fue presidente del equipo verdiblanco, ha sido la principal y más fiable fuente para conocer detalles de los comienzos del club. De sus semblanzas históricas, publicadas en el semanario "¡OIGA!" y el diario "ABC", están extraídos los siguientes párrafos: "Tengo ante mí, amorosamente entre las hojas de un libro, como una flor disecada, un "carnet" del "Sevilla Balompié". Es una sencilla cartulina dorada. En la parte superior de la portada exhibe una rama en relieve. Abajo, esta inscripción: "Sevilla Balompié, enero 1908". En su interior, página impar, en caracteres destacados, el título de "Socio activo", una placa y debajo el nombre del socio y su domicilio. En este caso concreto, el de Juan Cascales. Firma como secretario V. Peris -sobrino del ilustre periodista don Vicente Peris Mencheta, fundador de "El Noticiero Sevillano"- y como tesorero, J. Wesolowski, médico y jugador del club, hermano de Edmundo, Pepe y Guillermo, hoy prestigiosos jefes del Ejército, que tuvieron notorio protagonismo en la vida de la Sociedad deportiva que comentamos: " "Tengo también, apergaminado y amarillento, el Reglamento de la Sociedad "Sevilla Balompié". Consta de quince artículos. En uno de ellos, en el octavo, se dice: "Podrán jugar en esta Sociedad todos los extranjeros que lo deseen, en calidad de transeúntes". Y en el último artículo se establece la cuota mensual de una peseta y tres, con cincuenta céntimos, de entrada. En esta copia del Reglamento se inserta la siguiente directiva del club, seguramente la primera: presidente, Alfonso del Castillo Ochoa; vicepresidente, Roberto Vicente; tesorero, Juan del Castillo Ochoa; secretario, Vicente Peris; vicesecretario, Salvador Morales, y vocales José Sequeiro, Jacinto Wesolowski, Gabriel Vadillo, Edmundo Wesolowski y Antonio Gutiérrez. Consignamos estos datos, porque los consideramos curiosos, desconocidos para la gran masa de aficionados, por su rigurosa autenticidad y porque orientan sobre los primeros pasos del que por muchos años habría de ser conocido propiamente como el "Balompié". Nombre que se adoptó siguiendo los consejos del eminente escritor Mariano de Cavia que, en defensa de la pureza del idioma, la emprendió contra la invasión de palabras inglesas que nos acarreaba la práctica del "Foot-ball". Según estos documentos que exhibimos, la Sociedad debió fundarse unos meses antes de 1908, es decir, en el año 1907." En algunas informaciones publicadas sobre la legalización del club se apunta que el hecho corrió a cargo de Manuel Moreno, quien pidió a su padre que le redactara los estatutos del club. Una vez cumplimentada la petición se dirigió al Gobierno Civil donde intentó presentarlos ante la primera autoridad provincial, encontrándose que, por su poca edad, el conserje que atendía la entrada del organismo no le permitía cumplir sus deseos. Tras bastante insistencia, según una versión recogida por "César del Arco" en su libro "Medio siglo de fútbol sevillano", Manuel Moreno fue recibido por el gobernador que al escuchar su petición, el gobernador pronunció la siguiente frase: -¡Ah, sí! Me figuro lo que es; un grupo de locos en "paños menores" dándole patadas a una pelota. Llegado a este punto hay que advertir al lector que pudiera ignorarlo que las primeras fobias despertadas por el que llegaría a convertirse con el paso de los años en el "deporte rey" fue su atuendo, considerado como indecente de acuerdo con la moral de la época. Por ello, no era extraño que, entre otras represalias, los "foot-ballistas" fueran apedreados por los vecinos más intransigentes. Según "Discóbolo", el primer terreno que utilizaron los componentes de Sevilla Balompié para jugar sus partidos fue el Prado de Santa Justa, en el Campo de los Mártires, donde los jóvenes aficionados practicaban el peloteo incansablemente. Este descampado fue usado por los balompedistas durante muy poco tiempo, ya que, llegadas las vacaciones navideñas, los "footballistas" se fueron de vacaciones y no reanudaron la práctica de su entretenimiento preferido hasta que, pasadas las fiestas, volvieron a las aulas y a mantener las reuniones que daban paso a sus partidos de "foot-ball".

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